domingo, 22 de mayo de 2011

RUTA DE LOS IBONES DE BATISIELLES-BENASQUE-2010

 El primer tramo del  río Estós es un poco saltarín y con muchos rápidos y cascadas.
 A medida que vamos subiendo, el valle se va ensanchando,   pierde bastante bravura  y se  va suavizando.





























Estos son los rápidos y saltos con que nos sorprende el río Estós







Ibón Inferior de Batisielles.









Ibón Superior de Batisielles.








A la altura del Ibón Superior tenemos estas vistas de las montañas nevadas .Agujas de Ixeia y Perramó.








Las vistas desde esta platea son maravillosas, merece la pena el palizón que nos dimos para contemplar estas maravillas.












Valle de Estós- Ibón Inferior de Batisielles.









Palanca de la Aigueta del Ibón de Batisielles Inferior.











Cabaña refugio en las inmediaciones del Ibón de Batisielles Inferior.










Praderas que rodean y riachuelos que alimentan el Ibón de Batisielles Inferior desde la bajada del Ibón Superior .







Valle de Estós-Benasque- Ibón Inferior de Batisielles, todo una gozada para los sentidos.
















Palanca de la Aigueta de Aguacary









Valle de Estós- Benasque 2010.









Rápidos del río Estós- Benasque 2010

 

 

Esta mañana, muy temprano,  un sonoro concierto de esquilas y cencerros nos sobresaltó de nuestro plácido sueño. Por la ventana del hotel, que daba a la carretera principal del pueblo de Benasque, vemos un rebaño de unas 50 cabezas de vacas con su respectivos terneros y algún perro , un pastor delante y otro detrás. Nos aseamos y desayunamos copiosamente como es nuestra costumbre. Salimos en dirección a los baños de Benasque. Un poco más arriba del cruce que va a Cerler ,después de pasar un puente, sale una carretera a mano izquierda. Pasamos al lado de un camping y poco más arriba la calzada se estrecha y se llega a un aparcamiento cerrado pero con una gran verja abierta de par en par .Pocos coches dentro nos hace dudar y subimos un poco más arriba cerca de unos galpones de uralita. Hay un par de coches aparcados , pero no nos gusta mucho el sitio y volvemos al aparcamiento cerrado.A la entrada,  una garita destartalada y sin guarda , dejamos el coche con intención de pagar a la vuelta. Al poco de comenzar a subir vemos una cantidad grande de vacas, que a toda pastilla,  suben por el camino como desesperadas. Eran las mismas que a las siete de la mañana nos dieron el concierto en Benasque. Digo esto,  no porque conociera a todas y cada una de ellas, sino por los dos pastores que las guiaban que eran los mismos. Debía ser el primer día que,  en pequeña trashumancia,  subían a las praderas de Estós para quedarse todo el verano. Justo por debajo de una presa pequeñita de agua, hay un alud- avalancha impresionante de hielo,  piedras y naturaleza muerta y un torrente, cascada  que baja de lo alto de la montaña. Pasado el embalse, el camino suaviza y está cementado. Pronto se llega a una zona en que el camino se une al margen izquierdo del río . Un poco más arriba pasamos un puente de madera es la palanca de Aiguacary. La senda cambia el contacto con el río ahora subiremos por su derecha. La pista es ancha y sin ningún problema. Muchos ganaderos van y vienen por esta zona a controlar sus reses esparcidas por las praderas . Pasada una verja y varios pasos de control de animales se llega a la cabaña de Sta. Ana. ,que puede servir de improvisado refugio en caso de tormenta..El valle de Estós se va ensanchando y el camino es facilón. Llegamos a la fuente de Coronas., aquí es obligado un buen trago de esta bendita agua, aunque un cartel anunciador nos previene de que no es apta para beber, carece de potabilidad. Más adelante la senda se bifurca, de frente se sigue para el valle de Estós y su refugio y a la izquierda se sube para los ibones de Batisielles ,Escarpinosa, la zona de Perramó etc. Nosotros,  como somos masocas y tenemos ganas de darle caña al cuerpo,  vamos a los ibones de Batisielles. Aquí la senda se va metiendo en veredas de sombra y se va estrechando y haciendo más tortuosa. Pronto empezaremos con subidas muy exigentes , zetas y más zetas que nos harán ganar altura muy pronto. El valle de Estós ya queda muy abajo y pronto sentimos los torrenteras que bajan de los ibones. La subida es dura pero siempre con sombra , esta primera parte. De repente pasamos una pequeña palanca de agua de los ibones y un poco más ya llegamos de sopetón al pequeño, pero coqueto y bucólico ibón bajo de Batisielles. No tendrá más de 50 metros de diámetro y unas profundidad de 1,5 metros, pero el pinar que lo rodea ,los riachuelos que lo abastecen y las imponentes agujas de Perramó e Ixeia que lo rodean hacen del lugar algo mágico y paradisíaco.Allí nos sentamos un buen rato a disfrutar de aquella maravilla, que con el cansancio y lo bonito del lugar, parece que estamos transportados a un paisaje digno de las montañas canadienses. Sacamos un montón de fotos . Hay poca gente y algunos se meten en una borda-cabaña para escudriñar su interior. Nosotros tenemos un dilema ,  ir a la catarata de Escarpinosa o al ibón superior de Batisielles. Después de deshojar la margarita, decidimos ir al ibón superior. La subida aquí se acentúa. Al poco de salir del bucólico lugar donde estábamos, comienza una zona muy difícil,   de mucha roca suelta y se pierde el camino , no existe ni rastro de vegetación. Al salir de este lugar se vuelve a retomar la  senda cada vez más estrecha y de paso de una sola persona. Pino negro retorcido y desgajado de los aludes y rigores invernales pueblan esta zona pero están muy ralos y diseminados, aquí empieza a dominar la tundra y el monte de matorrales y hierba baja. La subida se hace muy dura . Cada vez  menos arbolado hasta que se termina y da paso a hierbajos y roca, mucha roca , Después de unas interminables zetas la vista de todo el valle de Estós , Las Madaletas y el Perdiguero, Ixeia y Perramó es fantástica, Un empujoncito más de riñón y de repente nos damos de bruces son el ibón superior de Batisielles. Metido en su cubeta tectónica de origen claramente glaciar es un lago bastante grande y bonito, rodeado de montañas y rocas. Algún que otro nevero testimonial queda por la zona norte. Allí comamos un tentempié y bebemos unos refrescos, El calor es apabullante. Unas mosqueantes nubes rodean el horizonte presagiando la tormentas que anunciaban  los pronósticos, Después de deleitarnos un buen rato del  ibón y todo su entorno ,   habiendo sacado la correspondiente ración de fotos,  tomamos el camino de bajada. Relajados ,contemplando el amplio paisaje llegamos al ibón inferior. El número de personas que había,  a esta hora del  mediodía,  era espectacular,  riadas de gente con niños hasta aquí, lo cual tiene su mérito. Decidimos continuar el camino hacia el refugio de Estos. Al poco rato nos encontramos con un montañero, personaje -muy conocido por estos lares y con el que entablamos un largo intercambio de impresiones y nos alertó, de que en el refugio,  pronosticaban tormenta fuerte para las tres de la tarde por toda la zona. Estamos resueltos a  seguir, pero viendo que el cielo se ponía cada vez mas negro, decidimos volver atrás y,  por el ibón de Batisielles,  bajar por donde habíamos  subido. La bajada fue exprés ,visto y no visto.Nos cruzamos con gran cantidad de personas que con niños pequeños subían a peregrinar por aquí. Cerca ya de la cabañas de Sta. Ana , los relámpagos y truenos se habían apoderado de todo el valle. Nosotros bajamos a toda pastilla, recelosos de que nos pudiera pillar con muy pocas pertrechos en aquel lugar. Un poco más abajo nos cruzamos con una familia de dos adultos y dos chicos de 15 ó 16 años,  que subían en chanclas de playa , camiseta y pantalones cortos y sin nada que llevarse al cuerpo, yo viendo aquello se me estremeció el  alma y me pareció una temeridad , que no sabían donde se metían ,  pero la libertad es un don que hay que respetar. Bajamos escopeteados, casi a carrera,  porque parecía que el mundo se nos venía encima. Aún tuvimos tiempo de hacer alguna fotilla,  en los rápidos que hace el río Estós antes de llegar al embalse. Llegamos al coche y allí no había si cobrador de parking,  ni nada de nada , así que nos marchamos raudos y  veloces por lo que se nos avecinaba . Ahora nos acordamos de la cantidad de personas que iba a pillar por aquellos altos, sin nada que llevarse al cuerpo. Llegamos a Benás y se puso todo el entorno negro y empezó a caer alguna gota de agua, pero no llovía mucho. Estuvimos titubeantes un buen rato, sin saber qué hacer, ni a donde ir, con aquel panorama que ser nos presentaba. Cogimos la carreterita que va a Anciles, distante de Benas un kilómetro y medio más o menos. A la salida de Benás , al lado del río, en una zona de bancos decidimos aparcar y comer lo que nos quedaba. El run run de truenos y relámpagos nos acompañaba continuamente,  pero no llovía , pero si lo hacía en las zonas altas. Después de comer y viendo que la cosa iba escampando un poco,  decidimos llegarnos a conocer el pueblito de Anciles. Aparcamiento gratuito y obligatorio a la entrada del pueblo para los turistas y visitantes. De 20 a 30 casas bastante bien conservadas y restauradas conforman este núcleo urbano. Casonas con fachadas heráldicas y grandes portones de lascas y granito y de cantos rodados de los ríos del entorno,  con corredores y soleras de madera y tejados de pizarra , le dan un aire de lugar importante en tiempos pasados. Coqueto y bonito pueblo que debemos visitar.Vuelta a Benás. Nos aseamos y salimos a recorrer el  pueblo, hacer unas compras de recuerdos y como no visitar la tienda,  que todo montañero que se precie, debe conocer, a BARRABES, toda una institución en esta zona y que marcó muy mucho el presente de este pueblo-villa